domingo, 13 de julio de 2008

Cuando uno deja de entender...

A veces entramos en dinámicas de vida donde en un principio todo nos parece normal. Cada dinámica nos deja aprendizajes, y es justo por esos mismos aprendizajes de vida que uno deja de entender lo pasa. Al principio todo es normal, justo y adecuado a las circunstancias, de todos modos cuando entramos en una nueva dinámica no conocemos el método y la forma, entonces lo que suceda debe de ser lo correcto. Cuando uno se empieza a familiarizar empieza a darse cuanta de cuales son esos métodos y formas, y poco a poco comenzamos a criticarlas, sin embargo, aún tenemos mucho que aprender. Cuando uno lleva un buen tiempo en la nueva dinámica (que seguro ya no será tan nueva) entonces se da cuenta de errores, de como se podrían hacer mejor las cosas y sigue criticando, observando y sacando conclusiones. Después de mucho tiempo uno deja de entender, porque de pronto las cosas no son como debieran, pero si son como normalmente serían, pero escapa de la idea de realidad que uno se creo independientemente de la realidad (la verdadera), una realidad creada y basada en el deber ser... y entonces uno ya no entiende nada. Es justo en ese momento en el que uno ya aprendió todo lo que tenía que aprender de dicha dinámica, porque uno evoluciona, las dinámicas de vida no... y por ello uno deja de entender...

Si algun día se deja de entender, no es por bruto, es porque ya evolucionamos y ya aprendimos todo lo que podía mos aprender de la dinámica de vida en la que veleteabamos.

domingo, 6 de julio de 2008

Lo que no se pudo decir en el seminario "Alternativas de las Izquierdas en México"

Desafortunadamente en el mundo, pero particularmente en este país la equidad de género sigue siendo inexistente. En el seminario "Alternativas para las Izquierdas en México" participaron solo 4 mujeres de 25 ponentes, pero para mitigar el daño se eligieron solo a mujeres para moderar las mesas (pfiufff, que bueno que el gobierno ferderal cumple con la cuota de género, teniendo más del 50% de sus empelados a puras mujeres, todas secretarias o funcionarias del nivel más bajo).

Definitivamente este seminario fue un éxito en muchos rubros, sin embargo muchas cosas no se dijeron, muchos puntos de vista no fueron tomados en cuenta por la necesidad absoluta de muchos galanes de cine de salir en la foto. Además de Patricia ¿cuantas mujeres de Alternativa participaron como ponentes (sin contar a las moderadoras, obvio)? Solo una: Rosalinda Ávila. ¿Y cuantos hombres? A ver... dejenme pensar... Ah si, OCHO seres masculinos... Andrés, Jorge Javier, Carlos Matinez, Jesús, Ahumada, Brando, Rafaél Robles-Gil y Octavio... Por cierto, todos con exelentes ponencias.

Y por eso muchas cosas quedaron sin decirse. Nadie habló de la resposabilidad y el compromiso de cumplir las cuotas de género en la izquierda. En un evento como ese, con un escenario de tan pocas mujeres solo lo imaginaba en la derecha; yo pensaría que le toca a la izquierda apropiarse a fondo de esa lucha, de abanderar esa causa, defenderla y sobre todo ejercerla. Solo Rosalinda abordó el tema y con una exposición reciclada: ni siquiera pudimos renovar el discurso.

Porque eso tampoco se dijo, la izquierda tiene que renovar su discurso. Siempre son los mismos discursos, dichos y redichos, quemados y requemados. No hay propuestas para enfrentar lo que sigue, nos la pasamos diciendo lo mismo, enorgulleciéndonos de lo mismo, sin darnos cuenta que ya estamos en otra época, en otro siglo, en otro milenio, donde las circustancias son otras. Y los que quieren avanzar, se clavan en el discurso arcaico, seco y esteril, se la pasan criticando con todo, críticas muy buenas sin duda, divertidas sin duda y acertadas sin duda, pero sin propuesta, sin visión, sin construcción.

Solo escuche un discurso que más o menos entraba a otros temas, que criticaba pero proponía, que hablaba de los nuevos temas y los nuevos rumbos, pero desafortunadmente no es alguien que pregone con el ejemplo y su discurso deja de ser creíble.

En fin, tantas cosas se dejaron de decir, y he aqui lo que yo hubiese podido decir:

"El desrrollo sustentable: un futuro para la izquierda"

El prof. Villoro en su exposición describía a la izquierda como la resistencia a cualquier forma de dominación y opresión, se plantea como una posible solución a un problema que hace daño a una mayoría limitada o con total ausencia de oportunidades. Hoy en día, algunos de los grandes problemas que oprimen y dañan a esta mayoría son la crisis ambiental, la crisis alimentaria, la cada vez más común pobreza y muchas veces miseria, las grandes epidemias y la fata de medicamentos y tratamientos para sobrellevarlas, y una amplisima lista de etcéteras.

Ante estos grandes problemas, se ha invetado la solución integral: el desarrollo sustentable. Sin embargo, éste no ha logrado solucionar nada y la razón es simple: no es aún una lucha de la izquierda. Muchos grupos ambientalistas de izquierda luchan todos los días desde la sociedad civil para generar cambios reales en el hacer cotidiano de todos los actores de la sociedad y actuar en la bajo la lógica de un desarrollo sustentable, sin embargo no hay aún avances significativos.

La razón del poco éxito del desarrollo sustentable como solución es que no se ha democratizado, como la izquierda no lo ha adoptado por estar amarrada a sus debates teóricos del pasado, los actores de la derecha han hechado mano de esta nueva marca de moda, dejando que solo aquéllos que puedan pagar, ejerzan el desarrollo sustentable como una forma de vida, haciendo de éste una marca registrada.

La izquierda sigue enganchada en el pasado y está perdiendo las oportunidades para exitir y tener éxito en la modernidad (etendiendo ésta como la definió Rosa Albina). La necesidad de renovación de la izquieda es fundamental y no podrá ser de otra forma que adoptando las luchas necesarias que reflejen su definición original, es decir la resistencia a las formas de dominación. Porque quienes dominan hoy soy aquellos que están destruyendo el planeta y que contribuyen día con día al deterioro del medio ambiente, son aquellos que contribuyen a la manutención del status quo y que fomentan la pobreza, son aquellos que hacen de la salud un negocio evitando así que millones de personas vivan plenamente su vida, son aquellos que hoy en día producen alimentos para alimentar a 12 billones de personas y aún así mueren de hambre millones de niños al año en el mundo.

Es por todo ello que el desarrollo sustentable debe de ser una de las banderas de una izquierda moderna, renovada, adaptada a los nuevos paradigmas. Es la izquierda la única que puede democratizar el desarrollo sustentable como una práctica para todos y no una marca registrada para aquellos que comen orgánico y pagan el triple del valor del producto.

Es momento que la izquierda deje de mirar al pasado y aprenda a adaptarse a las nuevas circusntancias, ser más humilde para saber que no hay nada más que un materialismo dialéctico, que hay más que revoluciones y que aún hay mucho por hacer y por aprender. Y que sí no se apropian vedaderamente de las nuevas causas y luchas, la derecha las capitalizará ecluyendo como siempre a la mayoría.

La izquierda tiene la responsabilidad de democratizar las luchas contra las opresiones: desarrollo sustentable, equidad de género (PERO NO SOLO EN EL DISCURSO, TAMBIÉN EN LA PRÁCTICA), lucha contra la pobreza estructural, derechos de la diversidad, y una lista de largos etcéteras.