jueves, 16 de septiembre de 2010
El Contrato Social y REDD+
El 26 de agosto pasado el empresario ambiental Gabriel Quadri publicó en El Economista un artículo donde reflexionaba sobre la deforestación en México, haciendo primero una apología del pago del costo de oportunidad por “no tocar” al bosque, y sugiriendo, con una referencia al "estado de naturaleza" de Thomas Hobbes, que la solución estaba condicionada por la situación de Estado fallido que caracteriza a nuestro país. Sin embargo, al tratar el problema desde estos ángulos, minimiza la importancia de la gestión comunitaria de los bosques y menosprecia el uso sustentable de los recursos forestales como factores de conservación y desarrollo.
Gabriel Quadri tiene razón en señalar que el bosque será uno de los temas centrales durante la reunión sobre cambio climático de Cancún en diciembre. En efecto, la deforestación representa el 17% de las emisiones de Gases a Efecto Invernadero a nivel mundial y en México ese porcentaje es de 14% del total de las emisiones GEI. Los bosques se deforestan a tasas preocupantes, lo que sugiere que las cifras antes mencionadas pueden incrementarse en los próximos años si no se toman medidas urgentes y de largo plazo.
La gran esperanza de Cancún es la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+), la cual representa una oportunidad para generar políticas de gestión forestal sustentable, donde se apueste por la conservación de los bosques a través su aprovechamiento. Pero eso implica considerar la necesidad de desarrollo de las comunidades que habitan las zonas forestales y no sólo su precaria subsistencia.
En su artículo, Gabriel Quadri explica que “el costo de oportunidad de la tierra (lo que ésta vale para el propietario en actividades agropecuarias) es un concepto crucial en el financiamiento y operación de REDD, y que desde luego debe ser cubierto para evitar la deforestación” y considera que con el pago de este costo de oportunidad “el objetivo de deforestación asintótica cero al 2020 es perfectamente alcanzable”. Y concluye que lo anterior “debería ser el referente de la política forestal y de conservación en el país, dejando atrás las subvenciones sin contraprestación a grupos de interés, proyectos caprichosos de “uso sustentable de recursos”, y programas ingenuos y no verificables de "reforestación".”
Sin embargo, al pagar sólo el costo de oportunidad del uso de la tierra, es decir pagarle una renta a los propietarios de los bosques y las selvas por no tocar sus recursos, estamos condenando de facto a las comunidades a la pobreza, ya que con ello se les quita la posibilidad de diversificar sus medios productivos y comenzar un proceso de desarrollo propio. Actualmente, la mayoría de las comunidades que viven en zonas forestales se encuentran en situación de marginalidad y el pago del costo de oportunidad, calculado sobre esa base de miseria, no les permite salir de ella, al contrario las condena al subdesarrollo.
En contraste, el manejo sustentable del bosque no prohíbe a las comunidades aprovechar los recursos forestales, como lo plantea erróneamente la perspectiva conservacionista de "no tocar". Al contrario, se trata de definir junto con las comunidades forestales un plan de aprovechamiento sustentable del bosque, que establezca con criterios de conservación, qué árboles cortar para no mermar su regeneración natural, organice su cuidado contra plagas e incendios y promueva el desarrollo de una economía local comunitaria basada en los productos forestales maderables y no maderables. De esta manera las comunidades y ejidos forestales preservan y mejoran ese capital natural porque lo poseen y les provee ingresos.
Por ello, el diseño de las políticas de REDD+ debe integrar medidas adaptativas y de manejo sustentable del bosque para efectivamente detonar procesos de desarrollo sustentable que permitan evitar la deforestación y la degradación mientras fortalecen los medios de vida campesinos. En suma, la definición de la visión de REDD+ en México tiene que pasar por una evaluación integral y de largo plazo de sus impactos, considerando a las comunidades que viven en los bosques y del bosque.
Jean-Jacques Rousseau dijo: “las leyes no son otra cosa, que las condiciones de la asociación civil… el pueblo sometido a las leyes debe ser el autor de las mismas”. Se debe dejar de lado una actitud de menosprecio hacia las comunidades, asumiendo que son incapaces de definir sus propias estrategias de desarrollo. La gobernanza forestal debe de ser la base para la construcción de la visión del manejo sustentable de los bosques donde REDD+ representa la nueva oportunidad. REDD+ será entonces la consecuencia de un contrato social definido por las comunidades que habitan los territorios forestales, donde el uso sustentable de los recursos sea motor del binomio: desarrollo y conservación.
martes, 6 de octubre de 2009
Advertencia Global
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/45851.html
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Charles Darwin
La semana pasada el doctor Richard Betts, titular de Impactos Climáticos en el Met Office Hadley Centre del Servicio Meteorológico Nacional del gobierno británico, presentó en la Universidad de Oxford un nuevo estudio científico sobre el calentamiento global. (http://www.metoffice.gov.uk/climatechange/)
Al momento en que se reúnen en Bangkok los negociadores internacionales para formular las propuestas para implementar una solución global sobre el cambio climático de cara a la conferencia de Copenhague prevista para diciembre, este informe revela que la temperatura global puede aumentar por encima de los 4ºC en el curso de los próximos 50 años. Una cifra que supera cualquiera de las previsiones hechas anteriormente por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Además, esos 4ºC son sólo una estimación del promedio de la temperatura mundial: según el informe, temperaturas muy superiores se observarán en algunas zonas del mundo. El estudio insiste sobre la probabilidad de que habrá zonas donde el calentamiento supere los 10ºC, trayendo eventos extremos que sin lugar a dudas pondrán en entredicho todo nuestro modelo de desarrollo, la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua y la salud.
En África, por ejemplo, el aumento de la temperatura podría alcanzar 10ºC, lo que significaría grandes sequías y temperaturas no aptas para la vida humana. Algunas otras zonas del globo llegarán a los 7ºC, disminuyendo en al menos 20% las lluvias extendiendo así las zonas áridas, condicionando el suministro de agua potable para muchas poblaciones y en el mismo sentido poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de grandes concentraciones de población, mientras se incrementará el riesgo de pandemias y enfermedades.
Según los modelos más sofisticados, las afectaciones por la reducción de lluvias se ubicarán principalmente en el este y sur de África, América Central, el Mediterráneo y partes costeras de Australia. En contraste, lugares como India se verán afectados por el incremento desmedido de las precipitaciones y otros fenómenos extremos provocando desastres por inundaciones o tsunamis, así como pérdida de infraestructura y estabilidad sanitaria.
Estamos frente a una avalancha en ciernes. El Ártico podría conocer una elevación de hasta 15ºC, lo que ocasionaría el derretimiento del hielo, provocando mayor absorción de las radiaciones solares, sobrecalentando aún más la superficie terrestre. El deshielo del permafrost (suelo helado) siberiano y ártico liberaría el metano acumulado en la tierra por efecto de la milenaria descomposición vegetal y animal, un gas cuyo efecto invernadero es 21 veces más potente que el dióxido de carbono, aumentando exponencialmente su concentración en la atmósfera. Se estima que se podría generar así un efecto de umbral, poniendo el fenómeno del calentamiento global completamente fuera de control.
No obstante, aún tenemos la oportunidad de disminuir los efectos de lo inevitable si reducimos de manera radical nuestras emisiones de gases a efecto invernadero. Por ello esas cifras, alarmantes pero reales, deben considerarse como una global warning (advertencia global) sobre los terribles efectos que puede ocasionar el global warming (calentamiento global).
Si hoy los casi 7 mil millones de personas en el mundo adquirieran el modo de vida promedio de un mexicano, necesitaríamos casi cinco planetas para poder satisfacer esas necesidades, mientras que para satisfacer la demanda de consumo de un estadounidense promedio se necesitarían 10 planetas. Actualmente hay 300 millones de personas en China que podrían adquirir los medios de vida de un mexicano de clase media. Del mismo modo, son al menos 150 millones de personas en India que tienen ese potencial. Sumados, estamos hablando de casi 2 veces la población de Estados Unidos. Pero no existen cuatro, ni mucho menos nueve planetas más para satisfacer nuestras necesidades insaciables. Este es el único que tenemos.
Si bien la temperatura aumentará al menos 2ºC, debemos hacer todo por evitar que supere ese límite, puesto que a estas alturas, no se trata solamente del compromiso con las generaciones futuras, sino con nosotros mismos. Copenhague es la oportunidad para los países de establecer compromisos vinculantes en la lucha contra el cambio climático. Pero eso sólo representa una base política, teórica y legal, para la acción. Es urgente que como ciudadanos cambiemos nuestra forma de consumo a una mucho más baja en carbono. Esta es nuestra única oportunidad de ser parte de la solución.
Para enfrentar ese problema, tenemos que cambiar nuestra forma de vida, a una más limpia y menos contaminante. Pase lo que pase, esos sacrificios se tendrán que hacer. Se pueden conceder hoy de manera voluntaria y controlada, o se impondrán en 20 años cuando ya no tendremos los medios de sostener nuestros niveles de vida.
Bajo advertencia no hay engaño.
lunes, 31 de agosto de 2009
Querido diario:
lunes, 17 de agosto de 2009
Oro Azul: prioridad estratégica mundial
Nicolas Stern
El año próximo, 19 millones de personas en el Distrito Federal podrían sufrir la falta de agua. Si no se actúa de inmediato, 13 de las 16 delegaciones podrían quedarse completamente sin agua, cómo lo advirtió la semana pasada el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.
Desgraciadamente, México está a la vanguardia mundial de ser uno de los primeros países afectados a gran escala por problemas de escasez de agua. Sin embargo, ese tema pronto afectará a todo el planeta y se está convirtiendo en una prioridad estratégica a nivel mundial.
En general, la ausencia de modernización de las prácticas de irrigación, el crecimiento de las necesidades alimentarias y la evolución de las costumbres de consumo, amenazan la seguridad alimentaria global en un contexto de escasez de agua.
lunes, 8 de junio de 2009
DEFORESTACIÓN CERO: un reto social y ambiental impostergable
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/44405.html
Uno de los sectores de mayor importancia para la reducción de las emisiones de Gases a Efecto Invernadero (GEI) en México y en el mundo, es el forestal.
En efecto, los bosques cubren el 15% de la superficie terrestre del planeta, y contienen 25% del carbono en la biosfera. Sin embargo,13 millones de hectáreas desaparecen cada año. Una pérdida considerada como el segundo factor más importante en el calentamiento global ya que los bosques no sólo absorben el dióxido de carbono si no también mantienen altos niveles de evaporación, coadyuvando así a la regulación de las temperaturas en la Tierra. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el cambio de uso de suelo y la explotación intensiva de los recursos forestales representan entre el 15 y 20% del total del CO2 emitido en la atmósfera.
Para evitar la deforestación y contribuir de manera decisiva a la mitigación de las emisiones de GEI, ha emergido la estrategia de REDD, Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación, una solución para promover la conservación de los bosques y la deforestación evitada, especialmente desde los mecanismos de “mercados de bonos de carbono” del Protocolo de Kioto.
REDD surge internacionalmente en 2005 como una estrategia integral para la reducción de emisiones provocadas por la deforestación y degradación forestal, y se ha convertido en un elemento central del Plan de Acción de Bali, marco de las discusiones sobre el tratado post-Kioto que debe ser abordado en diciembre en Copenhague. Se trata grosso modo de que los países en desarrollo con cobertura forestal que logran reducir la deforestación y degradación de los bosques, y las emisiones de CO2 derivadas, sean compensados financieramente mediante distintos mecanismos, como por ejemplo los “pagos por servicios ambiéntales” (PSA) o los mercados de bonos de carbono, cubiertos por un fondo al que abonan los países que puedan pagar.
México es uno de los países megadiversos del mundo y ya forma parte de los países elegibles para una estrategia de REDD. Sin embargo, la puesta en marcha de un mercado de carbono en el sector forestal mexicano resulta complicada e incluso perversa si no se consideran a las comunidades que viven en las zonas forestales.
De entrada, para funcionar en México, el sistema REDD deberá estar concebido como parte de una estrategia nacional e integral, y vinculado a un objetivo fechado de deforestación cero. Si uno impone una política de no deforestación en una zona, la deforestación puede ser transferida a otra que no tenga dicha política. Implementar la estrategia a nivel nacional garantizaría que se evitarán esas fugas o, al menos, que el Estado tenga la responsabilidad de evitarlas o sancionarlas.
Otro problema es la corrupción de las autoridades, o la falta de ellas, es decir la necesidad de reforzar la ley. Esto resulta difícil en países en desarrollo como México, con altos índices de pobreza, poca cultura de la legalidad, mala preparación, equipo y seguridad de las autoridades encargadas de aplicar la ley, así como falta de financiamiento para pagar a las autoridades salarios justos y poder contratar personal suficiente.
Pero más que todo, REDD debe tomar en cuenta que en México y en los países en desarrollo las tierras forestales son en su mayoría propiedad de las comunidades vulnerables, que a través de la protección y manejo de los bosques son los proveedores de servicios ambientales tales como la recarga de los mantos freáticos indispensables para la sobrevivencia de todo el planeta. Por lo tanto, la estrategia debe proporcionar beneficios reales, medibles y verificables no sólo para el clima y la biodiversidad, sino también para esas comunidades que habitan las zonas forestales.
Por ello será necesario crear los mecanismos institucionales para pactar los precios, yendo más allá del simple pago del costo de oportunidad al dueño de las tierras forestales. Dicho método demasiado fácil e evidente se ha convertido en la actualidad en la panacea de los hacedores de política ambiental en México, convirtiéndose en un pago perverso para mantener el status quo de las comunidades, sin considerar sus necesidades de desarrollo, y fomentando la especulación en el corto plazo sobre el rendimiento de la tierra.
En ese sentido, es también indispensable incorporar al sector agrícola, con el objetivo de interrumpir el principal driver de la deforestación: el cambio de uso de suelo. En este nuevo esquema, les estamos pidiendo a dichas comunidades que cambien su modo de producción y que así como hoy son dependientes del mercado de los productos de la explotación forestal intensiva, mañana lo sean de un mercado financiero de bonos de carbono. Se trata de empoderar a las comunidades de su proceso de conversión económica, generando las capacidades de organización comunitaria y de gestión de sus propios recursos para desarrollar nuevas herramientas de crecimiento.
En conclusión, para tener éxito, la estrategia de REDD en México tendrá que tener un enfoque integral y contemplar aspectos sociales que en el pasado han sido ignorados o puestos de lado. De esa forma, las estrategias ambientales pueden representar oportunidades para generar un verdadero desarrollo, equitativo y sustentable.
viernes, 27 de febrero de 2009
LA TENENCIA NO ES UN IMPUESTO VERDE (Director's Cut)
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/44405.html
Si bien es cierto que los recurrentes anuncios electorales para abolir la tenencia responden obviamente a objetivos populistas de corto plazo, es no obstante erróneo afirmar que le tenencia es un impuesto justo o que es un impuesto “verde”.
Por supuesto urge defender cualquier tipo de medida que mejore el estado actual del medio ambiente y que mitigue de forma importante los efectos del ya inevitable cambio climático. Sin embargo, una de las causas de los estragos que las catástrofes ambientales han generado en nuestras sociedades es la falta de democratización de las políticas. Si bien los impuestos y las señales de precios son instrumentos económicos importantes para incidir en el cambio de actitud de las personas, no todas las políticas económicas son infalibles.
Sí, la tenencia influye en la compra de un coche. Porque cuando uno compra una de esas maquinas, sobre todo los muchos que tenemos que pensar muy bien nuestras inversiones, pensamos no solo en el precio neto del bien, si no que pensamos también en sus servicios, en sus refacciones y en las tenencias.
Es un hecho que los consumidores en México nos servimos de esos indicadores para tomar la decisión de compra de un vehículo motorizado. En muchas ocasiones una sola variable es suficiente para determinar nuestra compra. En este sentido, la tenencia puede incidir en la compra o no del coche determinado, que no solo contamina y emite millones de toneladas de CO2, más todos los Gases de Efecto Invernadero que se producen por su fabricación, ensamblaje y transporte, si no que contamina también por tratarse de un emisor de ruido constante, por su mala utilización en la obstrucción de vías de tránsito, en breve, por el mal uso que le damos aquéllos que los manejamos.
Pero la tenencia no determina la compra o no del automóvil. Si una persona realmente necesita un coche lo va a comprar. Al incidir en nuestra decisión de compra, la tenencia hace que busquemos aquéllos autos que nos representen un costo menor. Y en ese caso compramos coches poco eficientes o usados, que no cumplen con las normas adecuadas de eficiencia energética.
Un impuesto es un instrumento económico que se revela eficaz si es utilizado correctamente. Pigou, el señor que se le ocurrió el tema de los impuestos ambientales, decía que el impuesto idealmente debe representar la internalización de las externalidades negativas que provoca ese producto, es decir: 1) que debe traducir en términos económicos el costo ambiental de la contaminación, 2) que debe de ser pagado por todos los agentes económicos que intervienen en la fabricación, distribución y compra del producto que contamina; y, sobre todo, 3) que estos agentes deben de estar concientes de porque están pagando ese impuesto.
La tenencia no tiene ese diseño. No representa ni por mucho el costo de la externalidad negativa y mucho menos están bien repartidas las responsabilidades. La genialidad de un impuesto está no solo en aplicarlo, si no que realmente represente una mejora. Si la tenencia fuera realmente un impuesto ambiental, debería ser un impuesto diferenciado, esto implica, que no debería de estar relacionado con el costo del producto en dinero y su porcentaje, pero debería estar relacionado a la probada externalidad que cada producto genera.
En este último punto, es muy necesario entender lo que es justo. Por ejemplo, el coche que actualmente demuestra ser el más ecológico por su eficiencia energética y por su ciclo de vida es el YARIS de TOYOTA. Sin embargo, dicho automóvil tiene una tenencia más cara, respecto a un CLIO de RENAULT, que si bien este último es también bastante ecológico, no lo es tanto como el primero. En este ejemplo, la señal del impuesto es incorrecta, ya que mis variables para la toma de la decisión de compra son entre otras el precio del auto y su tenencia, entonces haciendo caso a la señal del instrumento económico, estaría comprando un coche menos eficiente, y en este caso el impuesto no hubiese cumplido su función. Si la tenencia fuera menor para el YARIS, muy baja o hasta nula, entonces podría reconsiderar mi inversión. Claro que esto último no es definitorio, no obstante, para eso están los instrumentos económicos. No para gravar a todos por igual, pero si para dar señales correctas en los procesos de transacciones de bienes y servicios.
Por otro lado, es preocupante que en este país, sobre todo en esta ciudad, el verdadero problema no lo provocamos aquellos que usamos de manera utilitaria el coche, que por un lado no tenemos para invertir en coches grandes y poco eficientes, pero incluso algunos tenemos la conciencia de que un tanque de guerra como los que se están poniendo de moda son la cosa más ridícula y sucia para transportarse en esta ciudad. A quien compra una HUMMER (o alguna cosa parecida), el efecto del supuesto “impuesto verde” que sería la tenencia no le hace ni cosquillas: si se puede permitir gastar medio millón de pesos en un tanque de guerra, la tenencia ni le viene ni le va.
Ergo, el “impuesto verde” no está sirviendo como tal, porque una cosa de esas gasta 3 veces más gasolina que un CLIO o un YARIS, además que ocupa por lo menos el doble de espacio en una ciudad donde cada vez tenemos menos metros cuadrados por habitante. Por otro lado, no sé que efecto psicológico produce en quien las maneja, que se sienten prepotentes, pierden toda la dimensión de la escala humana y creen que pueden andar a más 90 km/hr en la ciudad. Efectivamente son un peligro para el peatón y las bicicletas, quienes han sido completamente olvidados en esta ciudad, pero ya no solamente, quienes tenemos un coche pequeño también vivimos amenazados por ellos. Cabe señalar que en casi todas las ocasiones, esos monstruos de coche vienen ocupados por solo un pasajero.
Es de suma relevancia que hablemos de políticas ecológicas serias, de impuestos verdes con verdadero impacto, y con un diseño realmente justo. No se trata de exentar de un pago de impuesto a todos los automovilistas, el tema está en el principio de responsabilidades compartidas y acciones diferenciadas. Es incorrecto cobrar un porcentaje del precio del coche y ya, es una medida que en el mediano y largo plazo no soluciona nada. Se trata de gravar mucho más a los autos verdaderamente nocivos y privilegiar el uso de autos ecoeficiencientes. Una tenencia para todos pero verdaderamente diferenciada, podría ser una solución. De hecho, hacer pagar al que usa una HUMMER el mismo porcentaje de culpa que al que usa un PLATINA, es poco democrático y hasta discriminatorio, porque entonces quiere decir que sólo quienes tienen dinero, tienen acceso. Ya basta con que el Medio Ambiente sea sólo un tema de gente que puede pagar.
Que la tenencia sea un impuesto fácil de cobrar no lo hace un impuesto ni justo, ni eficaz, ni progresivo. La tenencia se paga, entre otras cosas por los mecanismos de control que tiene. En el EdoMex y en el DF si uno no paga la tenencia no puede verificar su coche, si uno no verifica su coche, no puede circular y si no circulas, atentas contra tu “bienestar” o contra una necesidad importante. Entonces todos los que tienen coche pagan su tenencia, si no, no tiene caso tener un coche. A menos de que sepas y puedas evadirlo.
De hecho, si la gente no paga sus impuestos, no es porque no tenga dinero. La evasión y elusión fiscal en este país se dan en más del 50% por quienes sí pueden pagar. La elusión fiscal es la evasión legal del impuesto, es decir, que quienes lo hacen se aprovechan de las lagunas de la ley para evadir el pago de sus responsabilidades. Esta es la que más representa en dinero y normalmente lo hacen aquellas personas que pueden invertir en expertos para generar un plan estratégico de evasión, es decir los magnates de este país y las grandes corporaciones. Una persona de pocos ingresos no planea estratégicamente como evadir legalmente sus impuestos.
Es verdad que las propuestas de quitar la tenencia tienen tintes políticos. Efectivamente es una fuente de ingresos importantes para los estados y este tipo de medidas afectaría primeramente al EdoMex y al DF. La pregunta es, ¿por qué no proponen bajar el IVA o el IETU?, impuestos que afectan directamente a la federación. Por otro lado, la idea de que quitar la tenencia, sí busca incentivar el uso de autos particulares, entre otras cosas buscan incentivar la compra de coches por la gran caída de esta industria en tiempos de crisis. Por supuesto, la abolición de la tenencia es una medida que carece de fundamentos validos. Pero también lo es la tenencia. Hay que recordar que era un impuesto TEMPORAL que tenía la etiqueta de los Juegos Olímpicos del 68, obviamente es un impuesto que ya caducó.
Necesitamos un verdadero impuesto verde. Y por ello, los argumentos, las formas y las acciones no se limitan a sólo dejar la tenencia como esta. Ya basta de medidas fáciles y de parches cosméticos a lo mal que nos encontramos. La propuesta es quitar la tenencia e implementar un impuesto verde serio, justo, bien diseñado, que estuviera verdaderamente pensado para dar la señal correcta a los ciudadanos en su procesos de compra de un auto y que además tenga la etiqueta “Medio Ambiente” -como el impuesto a los cigarros, etiquetado para salud- es decir que su recaudación fuera directamente al financiamiento de programas y políticas para la mitigación del cambio climático. Si es así, entonces si podríamos hablar de un impuesto verde.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Y se va... y llega... y aqui estamos...
No se para quien este año ha pasado desapercibido, es el año en el que lo improbable, es posible. Tengo confianza en que el próximo año haremos de lo imposible algo probable. Lo más importante es que aqui seguimos, y eso es suficiente para lograrlo.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
miércoles, 8 de octubre de 2008
Peligro de extinción
De manera paralela, la crisis financiera que evidentemente empieza a establecerse como una constante y con carácter mundial, empobrece a los más pobres. Estos últimos, son aquéllos que sufren más directamente la crisis alimentaria mundial, la falta de agua por sequías y muchas veces son las poblaciones que se localizan en zonas clasificadas como de riesgo, donde las catástrofes naturales son cada día más presentes y de mayor intensidad, generando también epidemias que atacan con mayor fuerza por las condiciones de salubridad y nutrición de las poblaciones afectadas.
Todos estos hechos generan reacciones en cadena, condenando a muerte a millones de seres humanos. Cada año son más los factores que afectan esta situación haciendo de la especie humana, una más en la lista interminable de especies en peligro de extinción. Y con ella, el planeta...
viernes, 26 de septiembre de 2008
Le jour où l'humanité a épuisé le produit global de la Terre
Mardi 23 septembre, rien n'a changé dans le quotidien des Terriens. Pas de pénurie dans les magasins d'alimentation, pas de coupure d'eau ou d'électricité inhabituelle. Pourtant, selon l'organisation non gouvernementale canadienne Global Footprint Network, le 23 septembre, un événement important a eu lieu. C'était le "Global Overshoot Day", littéralement "le jour du dépassement global". Il signifie que, entre le 1er janvier et le 23 septembre, l'humanité a consommé les ressources que la nature peut produire en un an. A partir du 24 septembre, et jusqu'à la fin de l'année, l'humanité vit en quelque sorte au-dessus de ses moyens. Pour continuer à boire, à manger, à se chauffer, à se déplacer, elle surexploite le milieu naturel et compromet sa capacité de régénération. Elle entame donc son capital.
Le "jour du dépassement", image destinée à frapper les esprits, a été inventé par les créateurs du concept d'empreinte écologique. Dans la foulée du Sommet de la Terre de Rio, en 1992, les universitaires William Rees et Mathis Wackernagel ont mis au point une méthode permettant de mesurer l'impact des activités humaines sur les écosystèmes. Il s'agit de quantifier les surfaces biologiquement productives nécessaires pour construire villes et infrastructures, pour fournir les ressources agricoles, aquatiques et forestières que nous consommons et pour absorber les déchets que nous produisons, y compris le CO2 issu de la combustion des énergies fossiles. L'unité de mesure utilisée pour calculer l'empreinte écologique d'un individu, d'une ville, ou d'un pays est l'"hectare global", dont les capacités de production et d'absorption de déchets correspondent à la moyenne mondiale.
Gaëlle Dupont
martes, 9 de septiembre de 2008
relatos de burócratas
viernes, 8 de agosto de 2008
diferido 8 minutos, niveles de contaminación altísimos, que nadie diga nada
viernes, 1 de agosto de 2008
PROHIBEN A PARTIDOS ASOCIARSE CON DELINCUENTES ORGANIZADOS
"PROHIBEN A PARTIDOS ASOCIARSE CON DELINCUENTES ORGANIZADOS / David Carrizales
Monterrey, NL, 31 de julio- En base a la nueva Ley Estatal Electoral (fracción IX del artículo 40), los partidos políticos podrían perder su registro en la entidad, por recibir directa o indirectamente recursos de la delincuencia organizada, o de personas sancionadas por delitos contra la salud, situación que no se contemplaba en la legislación que hasta hoy estuvo vigente.
Este jueves se publicó en el Periódico Oficial del Estado, la reforma que aprobaron el miércoles los diputados locales, con lo cual podrá aplicarse en los comicios del 6 de julio de 2009, cuando se renovarán el Congreso local - 26 legisladores de mayoría y 16 de representación proporcional-, además de los 51 ayuntamientos y la gubernatura del estado.
Igualmente en el artículo 45, se añadió una tercera fracción donde se asienta que los partidos perderán su representación ante los órganos electorales “cuando se demuestre cualquier tipo de relación con la delincuencia organizada o personas sancionadas por delitos contra la salud”.
Otro aspecto incorporado por primera vez a la legislación electoral de Nuevo León es la regulación de las precampañas (artículo 110 bis), donde se asienta que en los procesos electorales para la renovación de gobernador, el congreso y los ayuntamientos, las precampañas podrán iniciar a partir del 15 de enero del año de la elección y no podrán durar más de las dos terceras partes (60 días) de la duración de la campaña electoral (90 días).
Asimismo, cuando sólo haya renovación de ayuntamientos y del congreso local, las precampañas podrán iniciar el 15 de febrero y no durarán más de 40 días, ya que las campañas tienen una máximo de 60 días.
El artículo 110 bis dos, de nueva creación, señala que “los aspirantes o precandidatos a cargos de elección popular que participen en los procesos de selección interna, convocados por cada partido, no podrán realizar actividades de proselitismo o de difusión de propaganda, por ningún medio, antes de la fecha de las precampañas (pues), la violación a esta disposición se sancionará con la negativa de registro como precandidato”.
En refuerzo a lo anterior, como freno a una práctica que ha sido reiterada en la entidad, el artículo 110 bis 4, asienta que “queda prohibido a los aspirantes o precandidatos a cargos de elección popular, en todo tiempo, la contratación de propaganda o cualquier forma de promoción personal en radio y televisión”.
Se especifica que “la violación a esta disposición se sancionará con la negativa del registro como precandidato, o en su caco con la cancelación de dicho registro”, y de comprobarse la violación a esta norma en fecha posterior a la postulación del candidato por el partido que se trate, la Comisión Estatal Electoral negará el registro legal al infractor. A más tardar en noviembre del año electoral, la CEE fijará los topes a los gastos de precampaña, que no excederán el 18 por ciento de los gastos de campaña.
Otro aspecto relevante incluido en la reforma (artículo 207) es la posibilidad de realizar un recuento de votos en la totalidad de las casillas, en elecciones de gobernador y diputados, cuando la diferencia entre el presunto ganador y su inmediato adversario es igual o menor a 0.5 por ciento, siempre que así lo solicite el representante partidista del candidato que aparece en segundo lugar al inicio de la sesión. El mismo procedimiento se observa en el artículo 217 para elección de ayuntamientos.
La nueva ley contempla además multas de 400 a 800 días de salario mínimo, por parte de la CEE a quien participe en la alteración de las listas nominales o la expedición ilícita de credenciales, independientemente de los delitos que esto conlleva. Lo mismo para quien deposite más de una boleta o induzca a votar por determinado partido.
La Ley en su artículo 300 obliga a los organismos electorales a la realización de debates y si los candidatos no asisten, pagarán un multa de 400 a 600 cuotas de salario mínimo. Asimismo, conforme a la Ley de Responsabilidades para los Servidores Públicos (artículo 301), se impondrán el superior jerárquico que corresponda, aplicará multas de 500 a mil 500 días de salario mínimo, al servidor público que condicione la prestación de un servicio, obra u programa, a la emisión del voto por un candidato, precandidato, partido o coalición.
El artículo 301 bis, establece que durante todo el tiempo que duren las campañas locales o federales y hasta la conclusión de la jornada electoral, deberá suspenderse la difusión de toda propaganda gubernamental, con excepción de la que realicen autoridades electorales, servicios educativos y de salud, protección civil o por causas de emergencia. La infracción a esta norma se sancionará con multa de cien a diez mil días de salario mínimo.
Una multa similar se aplicará (artículo 304 bis) a quien incurra en propaganda o expresiones que denigren al contrario, los partidos, coaliciones, las autoridades o las instituciones, en lo que se ha denominado “guerra sucia”.
Las multas a partidos, se deducirán de sus prerrogativas, las impuestas a observadores, candidatos, precandidatos servidores públicos o ciudadanos, constituirán créditos fiscales a favor del estado."
viernes, 25 de julio de 2008
domingo, 13 de julio de 2008
Cuando uno deja de entender...
Si algun día se deja de entender, no es por bruto, es porque ya evolucionamos y ya aprendimos todo lo que podía mos aprender de la dinámica de vida en la que veleteabamos.