sábado, 22 de marzo de 2008

Impass

Desde hace casi un año que comenzó una nueva etapa en mi vida. Dicha etapa ha estado llena de emociones. He estado al borde de la depresión, pero también he sentido una felicidad entera. He conocido a muchos seres humanos con los que he compartido cosas que nunca pensé compartir con nadie. He conocido a cada uno de esos seres humanos por su lucha, su entereza, su amor incondicional a una causa.

Todos estos seres humanos que hoy forman parte de mi vida son excepcionales, puesto que han dejado de lado el egoísmo, para compartir y solidarizarse con aquellos que comulgan con ideales convergentes.

No puedo, más que desear estar a lado de ellos. Quiero compartir con esos seres humanos millones de luchas más, seguir viéndolos a los ojos y darme cuenta de que sin palabras hablamos el mismo idioma.

Ya no quiero estar lejos de ellos. Somos todos muy diferentes entre nosotros. No nos gusta la misma música, ni frecuentamos los mismos lugares. Tampoco vivimos en la misma ciudad o en el mismo barrio y nuestras trayectorias son diferentes. Pero todos tenemos en la mirada y en el corazón razones de sobra para estar presentes y caminar juntos.

Hoy siento una tristeza profunda porque uno de ellos - con el que nunca fui a bailar, ni escuchamos juntos alguna canción, ni mucho menos fui o vino a mi casa -, ya no está. De pronto no quiero creerlo, no había razón alguna, no era parte del plan. No quiero, por la razón que sea estar lejos de ninguno, quiero aprovechar cada instante, de risas, de discursos, de ideas compartidas. No quiero esta etapa sea un impass, no estoy dispuesta a regresar un mundo cómodo y con pocas ideas, a un mundo normal y donde todas estas personas se convertiran en un lindo recuerdo de lucha. Quiero quedarme aquí, cerca de esos seres humanos excepcionales. Y mi compromiso será hacer todo para lograrlo. Los amo y los admiro.