lunes, 31 de agosto de 2009

Querido diario:

"Remember that the environment is not something passed on from our parents but something borrowed from our children."

lunes, 17 de agosto de 2009

Oro Azul: prioridad estratégica mundial

“El cambio climático se expresa en grados pero se traduce en agua.”
Nicolas Stern

El año próximo, 19 millones de personas en el Distrito Federal podrían sufrir la falta de agua. Si no se actúa de inmediato, 13 de las 16 delegaciones podrían quedarse completamente sin agua, cómo lo advirtió la semana pasada el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.
Desgraciadamente, México está a la vanguardia mundial de ser uno de los primeros países afectados a gran escala por problemas de escasez de agua. Sin embargo, ese tema pronto afectará a todo el planeta y se está convirtiendo en una prioridad estratégica a nivel mundial.
Estrés hídrico
En la Tierra hay 1,385 millones de km3 de agua aproximadamente, de los cuales sólo el 3% es agua dulce, desigualmente repartida en la superficie del orbe.
Se estima que hoy en día al menos 28 países sufren estrés hídrico, lo que significa que cuentan con menos de 1,000 m3 por hab/año. En 1995 eran 400 millones las personas en esta situación, y para el 2025, serán 4000 millones con todas las consecuencias que eso supone: alimentarias, sanitarias y económicas.
México se encuentra en un nivel medio con una disponibilidad de agua per capita de 5,000 m3 por año. Disponibilidad que cambia mucho de una región a otra.
Amenaza al desarrollo
Esta situación pone en riesgo la sobrevivencia de todo el planeta. Desde la simple falta de agua necesaria para vivir, hasta la perennidad del modelo de desarrollo que conocemos actualmente comprometiendo todos los procesos económicos que en su mayoría requieren como materia prima esencial el vital líquido: sector turismo, agrícola, energético, minero, entre muchos otros.
En el mediterráneo por ejemplo, vive la mitad de la población con menor acceso al agua potable, disponiendo solo del 3% de las aguas dulces del mundo. Según las proyecciones la demanda en agua crecerá en un 25% para el 2025.
Además, el mediterráneo cuenta con el 32% del turismo mundial lo que significa el abastecimiento de 218 millones de personas en recurso hidrológico al año. Es pertinente señalar que la actividad turística consume de 4 a 8 veces más agua que las actividades domésticas.
A los altos niveles de consumo, se agrega el fenómeno del cambio climático. Se estima que el mediterráneo sea una de las zonas más afectadas por los cambios de temperatura, con un aumento para finales de siglo de entre 2,2 a 5,1°C. Con estas condiciones las penurias de agua aumentarán, provocando bajas importantes en la productividad agrícola (se estima que podrán llegar hasta 50% menos), poniendo en riesgo entre otras a la seguridad alimentaría de esa zona.
Seguridad alimentaria

En general, la ausencia de modernización de las prácticas de irrigación, el crecimiento de las necesidades alimentarias y la evolución de las costumbres de consumo, amenazan la seguridad alimentaria global en un contexto de escasez de agua.
En promedio, el sector agrícola consume el 70% de los recursos hídricos utilizados, esta proporción aumenta en países de bajo ingreso. Para producir un kilo de trigo son necesarios entre 150 litros de agua, mientras que para producir un kilo de carne son necesarios a menos 450 litros de agua y hasta 10 mil galones por kilo dadas las modernas técnicas de ganadería intensiva, puesto que los animales presos consumen 10 veces más que los seres humanos, esto significa la mitad del agua potable sustraída a nivel mundial.
Si no se generan un mínimo de reformas urgentes en materia de redes de irrigación y de reutilización de aguas usadas para riego de los cultivos, los problemas antes mencionados irán en aumento de manera crítica.
Sector industrial
El sector industrial también ve como amenaza la falta de agua. La industria siderúrgica y minera por ejemplo, cuentan con el agua como una de las materias primas esenciales, ya que para producir un kilo de acero son necesarios un mínimo de 960 litros de agua.
Por lo anterior resulta primordial preservar el recurso hídrico, sobre todo si las zonas mineras están generalmente en zonas áridas. El caso de Chile resulta ilustrativo, ya que el cobre, una de los principales productos de exportación se ve amenazado por la escasez del recurso, así como su costo y restricciones de uso y extracción.
Peor aún, la problemática de la escasez de agua pone en riesgo nuestro modelo de desarrollo, pero también las posibles alternativas, sobre todo cuando hablamos de energías verdes o energías alternativas. Así pues, para producir 1 litro de petróleo se requieren 2,5 litros de agua, mientras que para producir un litro de biocombustible se estima que en promedio se necesitan un mínimo de 1000 litros de agua.
Ya los grandes industriales han manifestado la necesidad imperante de proteger el recurso. Durante el Foro de Davos en 2008 Peter Brabek–Letmathe el presidente del consejo de administración de Nestlé en conjunto con Klaus Schwab, fundador del Foro, hicieron un llamado a “una coalición publico-privado inédita y poderosa” para encontrar formas de ahorrar el oro azul.
Conflictos diplomáticos
Además, la falta de agua entrañará conflictos de índole diplomático que podrían derivar en conflictos armados. Asimismo, las migraciones por escasez de agua ya auguran millones de refugiados. Con recursos naturales y financieros limitados, las decisiones sobre su distribución serán elecciones de sobrevivencia que dejarán fuera del juego a millones de personas.
Al respecto, China en particular conoce una situación crítica. Con 21% de la población mundial, el Gran Dragón cuenta tan solo con el 7% del total del recurso hídrico. Para contrarrestar el agotamiento, China ha puesto en marcha un proyecto muy ambicioso de aducción de agua de sur a norte con 1500 km de construcción para llevar 17 billones de m3 de agua de la región del Tíbet hacia el centro del país. Este hecho es una de las razones por las cuales China no puede permitir la independencia del Tíbet, ya que resulta ser una zona de gran importancia estratégica en términos de abastecimiento de agua potable.
Con el Tíbet, China tiene los medios para convertirse en una hidropotencia regional. En efecto, los 10 ríos más importantes del continente asiático ahí tienen su origen. Entre ellos están el Brahamapoutre y el Indus, ambos ríos que abastecen a la India. El problema para India, que alberga al 17% de la población mundial y que cuenta con sólo el 4% de los recursos mundiales de agua, es que una parte del Brahmapoutra está en territorio Chino. Una situación que podría derivar en conflicto abierto entre los dos países más poblados del mundo, ambos potencias nucleares.
Seguridad nacional
Así, el agua se impone progresivamente como un tema de seguridad colectiva. Los británicos desde hace un 2 o 3 años han puesto el tema de la rareza del agua en el rango de las prioridades estratégicas. Entre 2000 y 2004 Estados Unidos invirtió cerca de 3 billones de dólares en programas de agua y saneamiento en todo el mundo.
En 2003, Peter Schwartz consultor de la CIA publicó un informe donde recomendaba a la Secretaria de la Defensa hacer del cambio climático una problemática de seguridad nacional, partiendo del principio de que todas las proyecciones confirman que las penurias de agua potable estarán inevitablemente al origen de conflictos y perturbaciones continuas de seguridad en los años a venir.
La administración actual ha mostrado que los temas del desarrollo sustentable y de seguridad energética son parte prioritaria en su agenda y el agua se perfila como uno de los grandes temas con una inversión de 7 billones de dólares.
Cuidar el agua
En México, apenas se está empezando a actuar sobre ese tema. Los cortes de agua nos parecen terribles, pero no son más que los primeros efectos de un fenómeno mucho más amplio a nivel mundial. Los esfuerzos internacionales en la materia nos podrán eventualmente procurar fondos y herramientas para enfrentar ese problema. Sin embargo, cada uno debemos empezar en hacernos responsables para el planeta, y cuidar el agua.